lunes, 30 de junio de 2014

Últimas salidas

La temporada ha acabado y las últimas salidas han sido un poco a todo. Hemos ido a los zorzales y también a por los conejos. De estos últimos días y sus correspondientes lances, me quedan dos grabados en la memoria.
     El primero del último conejo de la temporada, que como no podía ser de otra manera, se lo debo a mi Jara. Íbamos rebuscando por el margen de chaparras junto a la vía, hace como una especie de ele, de repente veo cruzar uno por delante, antes de llegar la Jara, cruza el trozo limpio de campo en dirección a las bocas y se pone a salvo. La Jara sigue rebuscando, se para, está de muestra, me preparo y el conejo salta a lo limpio, lo dejo y le suelto el primero, el tiro lo engancha de lleno y lo hace girar por completo sobre sí mismo, mi perrilla no tarda ni un segundo en cogerlo. Es una máquina, ahora la he echado con el perro de mi primo, a ver si nos podemos quedar un cachorro de ella, me haría mucha ilusión.                                        
    El segundo fue yendo a los zorzales. Hacía un día con mucho aire y los pocos pájaros que había salían como cohetes, haciendo muy difícil el tiro pero al mismo tiempo muy divertido. Mi hermano entraba por el bajo de un pinar y yo por arriba, el aire soplaba de lo lindo de cara a mí. De repente tira él y salen dos zorzales por la punta, se quedan como suspendidos, tiro uno y se queda muerto en el aire, me voy con el segundo y lo mismo, caen al suelo casi los dos al mismo tiempo, la Jara no sabe por donde empezar.
 Ahora ya sólo nos queda esperar a la temporada que viene con la ilusión de todos los años, que las perdices y los conejos se multipliquen como los panes y los peces. De todas maneras voy a estar entretenido con los jabalíes, comienzan las esperas por daños en breve. Aquí dejo alguna de las fotos de las últimas salidas.





miércoles, 8 de enero de 2014

Jueves 26 de Diciembre

     De nuevo solo, hoy tampoco viene mi  hermano. Cazaré otra vez con uno de los otros chavales que también viene solo, bueno, con un amigo. Hoy el día tampoco acompaña, hace un aire de mil demonios. Hemos empezado en los silos, como el último día. Al salir del primer tramo sucio he tirado una torcaz, que ha pegado un buen pelotazo. Pero de conejos y perdices ni rastro, no me extraña, con este aire es normal. Hemos dado toda la vuelta sin ver nada, únicamente junto a las chaparras del basurero los perros han apretado algún conejo, aunque ni los hemos llegado a ver. He entrado con cuidado buscando el bando que ví el otro día en el alto de las placas solares, y de una de las esquinas se han levantado cuatro, he tirado la primera que he visto, larga, luego otra que se ha levantado un poco más cerca, al suelo, pero de ala. He salido corriendo porque desde donde estaba no la veía. He llamado al otro, pero como casi siempre pasa, se ha esfumado y aunque hemos revisado un buen trozo, no he dado con ella. Nos hemos separado llegando al coche, en un campo de olivos la Jara se ha quedado de muestra, me hubiera dado tiempo a echarme uno o dos cigarros, al final he tirado una piedra al pie del olivo y ha salido el conejo disparado, por suerte a pegado un quiebro porque llevaba la Jara pegada y lo he podido tirar, a la saca. Así he llegado al coche, el otro chaval no ha pegado ni un tiro.
    Hemos ido junto al canal, este año me parece que ningún día había venido por aquí. Al poco de entrar he visto venir un zorro en mi dirección, por en medio de un llano, me he agachado y cuando me he vuelto a levantar, había cambiado de dirección, aunque estaba ya un poco largo lo he tirado, se ha encogido y ha salido como un rayo, se ha ido calentito. Al rato he visto tres perdices, dos han cruzado el canal y otra ha salido hacia delante, la he vuelto a levantar pero larga, ni la he tirado. Dando ya la vuelta, en dirección al coche, he levantado primero dos, he avisado a este, para que se bajara un poco por si las veía. Al momento se han levantado otras tres, dos hacia el vallado de las placas y otra hacia los campos de la izquierda. He vuelto a levantar las dos de la derecha, una la ha tirado el otro pero sin suerte. He seguido por la zona alta, haciendo los recodos que hace el cerro, bordeando la valla de las placas. Allí casi engancho una pero me ha tapado una chaparra, y a pesar de levantarse cerca, no la he podido tirar. Llegando al final he rodeado una casa que hay en ruinas, al girar la pared he visto una apeonando, la he podido tirar en el suelo, pero como se ha ido hacia atrás, he vuelto pegado a la pared de la casa, esperando levantarla al salir por la otra punta de la casa, pero finalmente ha cogido el cerro abajo y no la he vuelto a ver, mala suerte. Abajo han volado tres o cuatro y estos al final se han quedado con una, que ha aguantado en un margen. Al llegar al coche me he despedido de este porque se iba, comida familiar.
    He cogido el coche y me he ido a hacer los sucios, a picotear, buscando hacer un algún conejo más. En el primero, en la zona de las viñas, no he visto ni uno, para quitarme el gusanillo y calentar he tirado un par de zorzales, a la Jara no le gustan mucho, pero los trae, aunque está claro que le gustan más los conejos.
    Luego he vuelto a cambiar de zona, a lo de la cantera. Allí nada más entrar, la Jara ha ido haciendo el trozo del canal de hormigón y ha sacado uno, me he quedado con él. He salido del sucio, sin ver nada más. Ya a la altura de la cantera, en un filo donde ya maté uno, se ha quedado de muestra y el conejo ha salido a lo limpio, se ha llevado dos tiros, porque a pesar de tocarlo en el primero, se ha quedado haciendo el tonto y no me he arriesgado a que se metiera en una boca mientras llegaba la perra. He hecho un campo de olivos y luego ya he pasado a una de las caras del cerro, de nuevo la perra de muestra. El conejo ha salido hacia arriba, cuando me he acercado a la mata, y lo he parado en seco cuando ya lo perdía de vista en otro matón grande, la Jara iba detrás y al llegar no lo traía, ya me he imaginado lo que pasaba, al acercarme he visto que el tiro lo ha pillado de lleno y lo ha hecho puré, una lástima. Lo he dejado allí, seguro que algún zorro me lo agradece.
    He continuado por esa cara y llegando al final, ayudado por el aire, se ha levantado una perdiz que había aguantado confiada, mala opción, le ha costado caro. He cruzado a  la otra cara, y sin darme casi tiempo a colgarme la primera, se ha levantado otra, también ha ido al suelo, que suerte, al final el aire no me va a venir tan mal. He ido haciendo todos los márgenes pero sin ver nada más. He cogido dirección al coche y en un trozo de olivos, la Jara otra vez marcando. El olivo esta justo en el margen del campo, en el mismo filo. He intentado colocarme viendo la parte de arriba y un trozo de abajo. La perra ha entrado y finalmente ha salido a la parte que mejor controlaba, lo he dejado correr y lo he tocado al primero, la Jara lo ha cobrado después de una pequeña persecución porque estaba quebrado de atrás. Llegando al coche, en vez de meterme por el sucio me he quedado en la parte de arriba y la perra por dentro, allí ha salido otro conejo que se ha venido también con nosotros, menuda vuelta.
    He ido a la zona de la granja, para acabar el día. Nada más bajarme y echar a andar a la Jara le ha dado un ataque epiléptico, bastante fuerte, me he tumbado con ella, cuando se estaba recuperando le ha vuelto a repetir, menuda mierda, pobrecita. Cada cierto tiempo le dan y aunque no es muy a menudo, me asusto bastante. La he dejado que se recuperara y hemos empezado a dar la última vuelta. En el primer cerro ya me ha sacado un conejo, pero ha salido por debajo y hacia atrás, lo he tirado por tirar ya sin verlo, un poco al tum tum, sin suerte. En la entrada a los bancales, ha pasado una torcaz a ras de suelo, pero a tiro, ha dejado un buen montón de plumas antes de caer. Pero de conejos nada de nada y perdices lo mismo. He dado la vuelta para irme, aunque en el último momento he cambiado de opinión y he decidido acercarme a la cara sucia del cerro, por si había algún conejo y así ha sido, me ha sacado dos casi seguidos, pero no he podido aprovechar ninguno por culpa de la hierba, demasiado alta. En el último bancal, muy cerca del coche, cuando me he dado cuenta la Jara estaba de muestra, me he intentado colocar, controlando la parte de arriba y el campo de abajo, ha salido abajo, pero con la perra muy pegada, ha quebrado y lo he arriñonado con el primero y cuando iba a soltar el segundo, la Jara se ha cruzado y el conejo se ha metido en un agujero, será posible, cuatro conejos en poco rato y no he podido hacer ninguno, en fin.
    He llegado al coche y a toca recoger, finalmente, cinco conejos, dos perdices, dos torcaces y tres zorzales en la percha, tengo una perra que vale su peso en oro, ojalá la pueda hacer criar y quedarme un cachorro suyo, me haría mucha ilusión.

Jueves 19 de Diciembre

    La semana pasada se fue todo al traste por culpa de la niebla, un día de fortuna, aunque no sé por qué los llaman así, más bien deberían ser días de mierda!!!, toda la semana esperando, para nada.
    Hoy vuelvo a venir solo, mi hermano este mes lo lleva claro. El tiempo no es bueno tampoco, dan lluvia generalizada a partir del mediodía, además por esta zona en concreto, ya veremos. Me he juntado con los otros dos que cazan los jueves y me voy con ellos, para el conejo da igual, pero como la idea es ir detrás de las perdices pues mejor acompañado. Al salir desde los coches, ellos se han ido pegados a la autovía y yo buscando cruzar la vía por la zona de las chaparras. En el primer tramo no he visto nada, pero justo a unos cien metros de la vía, la Jara se ha quedado de muestra junto a un matón. Me he situado buscando ver lo máximo posible, al final el conejo ha saltado aburrido ya de esperar y ha salido por un claro, lo he revolcado con el primero, bueno ya tenemos uno. He cruzado la vía y en vez de coger por la zona del cañar, como cuando vengo con mi hermano, he seguido de frente, buscando cruzar la carreterilla que va al basurero. No ha sido mala idea, porque a la mitad de camino, otra muestra de la Jara y otro conejo a la mochila, no está mal, dos de dos. Llegando a la valla del basurero, la Jara le ha metido un apretón a un conejo en unas chaparras que hay, pero no he llegado a verlo. Al momento de salir del sucio, en un murete de piedra que hay ya casi derruido, se ha quedado de muestra, casi sin tiempo a colocarme, ha salido el conejo, el primero lo he fallado, en el segundo cuando entraba al pie de una chaparra, lo he tocado de atrás, he salido corriendo, pensaba que la perra lo cobraba ahí. Pero cuando me he dado cuenta se ha colado por la valla y daba vueltas por la hierba, he levantado la escopeta para rematarlo y se ha metido basurero adentro por el único sitio que no lo veía, la Jara ha entrado pero supongo que se habrá colado en algún agujero porque no lo ha traído.
    Llegando a la perrera me he juntado con los otros dos, uno llevaba un conejo y el otro nada. Hemos ido dando la vuelta hasta el final del coto y luego retrocediendo hacia la vía por la zona de las chaparras, pero sin resultado. Al llegar a la vía, ellos han cruzado y yo he ido haciendo el lado que antes me dejé sin hacer. Casi en la punta, escucho el característico ruido de la perdiz al arrancarse, a lo primero no la he visto, pero ha cruzado hacia mi izquierda y me he quedado bien con ella, la Jara y yo nos hemos puesto muy contentos, ya están bastante difíciles a estas alturas de temporada. Nada más hasta llegar al coche, allí hemos dicho de ir hacia la zona que suelen hacer ellos, la linde del coto, donde ya han segado el maíz y siempre ven alguna perdiz.
    Primero hemos hecho la zona alta, por si se descolgaba alguna o sacábamos algún conejo. No ha tardado en saltar el primero, venía corriendo desde abajo, huyendo del otro y de los perros, pero cuando lo he podido tirar, sin que hubiera peligro para los perros, ya estaba en la boca. Al poco, el que iba por abajo me ha a visado que subía otro, pero supongo que se ha encerrado en alguna madriguera porque no ha llegado hasta donde estaba yo. Luego he visto un par de perdices volar por delante nuestra, a ver si las levantamos ahora. Pero lo que ha vuelto a subir es un conejo que huía de la Jara y con este si me he podido quedar, la Jara lo ha cobrado tal como venía a la carrera detrás de él, buen trabajo. Al final de la zona del cerro, el de abajo ha matado un conejo, la Jara ha parado otro, que se ha colado directamente en la madriguera y cuando me juntaba con el otro, ha saltado un conejo entre los dos, él le ha soltado dos tiros pero no se ha quedado con él y yo le he tirado uno pero casi sin verlo, no ha habido suerte.
    Ahora ya nos hemos metido en los maices, esto es duro, pero si vale la pena. Yo me he pegado bien a la autovía por si sale alguna hacia allí, intentado cortarlas. El que iba a mi izquierda ha tirado, no sé a qué, pero supongo que a las perdices, desde donde estoy no lo veo. Al rato he visto arrancarse un par de ellas hacia ellos, pero no han tirado. Llegando a una casa grande que hay junto a los campos, se me ha levantado una a huevo, pero en dirección a la autovía, me cago en todo!!. He seguido con cuidado y entre el otro y yo se ha levantado una hacia atrás, larga para mí y para él. Al momento otra, esta más cerca, me he quedado con ella, un tiro muy bonito. La ha cobrado la Jara, aunque como ha salido apeonando le he soltado otro antes por si acaso. Me he colgado la perdiz y la Jara se ha vuelto el campo hacia atrás, creía que sería con el rastro de las que se han levantado y no le he prestado mucha atención, error, al momento he escuchado levantarse la perdiz, me he girado y la he tocado claramente con el primero, aunque ya iba larga, la he visto que iba planeando en dirección a la autovía, se ha metido en una cañas, he salido como una bala. Pero al llegar allí, me he dado cuenta que justo debajo está el carril lateral de la autovía y los coches pasan volando, así que con mucho cuidado he mirado un momento, pero no vale la pena jugársela, la Jara vale más que mil perdices, que se la coman los zorros, maldita!!.

    Hasta llegar al coche nada más, así que a comer, hoy vamos al bar, como llegan las fiestas, nos comeremos un buen arroz. Lo malo ha sido que después de comer ha empezado a llover sin parar y hemos tenido que dar por concluida la jornada, mala suerte, este mes el tiempo no nos está acompañando. Al final tres conejos y dos perdices, muy bien para el rato que hemos cazado, me voy muy contento, aunque un poco dolido por ese conejo herido del basurero y la perdiz de las cañas, así es la caza.