sábado, 26 de octubre de 2013

Jueves 24 octubre

    Ya estamos de nuevo aquí, toda la semana esperando. La Jara parece que ya está recuperada, por si a caso llevo las vendas preparadas, espero que no hagan falta. Hoy mi hermano dice de hacer un trozo que no solemos hacer, más que nada, para buscar las perdices porque este año se están resistiendo. Decidimos salir donde terminamos el otro día, y depende como lo veamos, saltar al cerro que dice mi hermano, aunque entre medias hay mucho llano y campos de maíz. En la asomada de siempre, no veo nada, pero cuando ya me iba, salta un conejo y lo tumbo, aunque ha entrado en unos matones, la Jara ha ido a por él, al final a la mochila. En la punta he visto levantarse las perdices, pero lejos. La Jara ha levantado un par de conejos más y me he quedado con uno.
    Al cruzar al otro lado del cerro, en un trozo abancalado, mi hermano ha ido por la parte de arriba y ha hecho un doblete de perdices y encima a muestra de la Cata, esta perra promete y mucho. Al momento he bajado una torcaz que ha pegado un buen pelotazo. Hemos seguido por este trozo y llegando al final nos hemos cruzado con dos cazadores, tras los saludos, nos hemos ido hacia la izquierda ya que ellos venían por la parte alta y la derecha. Al momento la Cata ha sacado un conejo que se ha ido sin poderlo tirar. Luego los otros cazadores han levantado uno que ha corrido hacia nosotros, se ha metido en un sucio y de allí lo han sacado la Jara y la Cata, me ha costado los tres tiros pero al final lo hemos cobrado. Aún ha levantado otro la Cata, pero se ha salvado por lo alta que esta la hierba que no ha dejado que mi hermano lo acertara.
    Luego poca cosa, de vuelta al coche, mi hermano a vuelto a tirar un conejo, y una perdiz que hemos tirado los dos y ha caído de ala, pero es tocar el suelo y desaparecer, los perros no han dado con ella, comida para zorros. En el campo la Cata y la Jara lo que han cogido son cientos de caillos, pobres!!.
Al lado del coche he tirado otra y a pesar de tocarla y creer que caía, ha planeado hasta perderla de vista, nos hemos acercado pero ni rastro, vaya tela hoy con las perdices.
    Como mi hermano está entusiasmado con la Cata y sus muestras a los conejos, lo he convencido para ir a un sucio muy bueno. De aquí salimos y vamos a unos cerros que son buenos para la perdiz, un poco de todo, lo malo es que la calor, esta semana otra vez, aprieta de lo lindo y molesta tanto a los perros como a nosotros.
    Nada más empezar ya hemos levantado varios conejos pero este año esto está casi impracticable de la cantidad de hierba que hay. Por debajo he visto entrar dos perdices en un margen, he avisado a mi hermano para que se parara. He ido acercándome con cuidado hasta que las he visto poniendo tierra de por medio, he intentado cortarlas bajándome un poco y yendo tapado con la hierba, al final las he pillado cuando arrancaban y me he quedado con una. Hemos continuado y antes de salir del sucio me he quedado con dos conejos, que bien los mueven las perras!!. Mi hermano me ha avisado de que ha visto una perdiz e iba a intentar entrarle, hemos quedado en vernos en el alto, llegando a la cantera. Justo cuando llegaba ha despegado una perdiz hacia adelante, fuera de tiro, al venir mi hermano se lo he dicho y para allí que nos hemos ido. Nos hemos separado un poco, el por la izquierda y yo por la derecha, en la parte alta del cerro lo he visto tirar y como la perdiz se descolgaba y bajaba planeando al llano. Justo antes de cruzar al cerro de enfrente, he tirado un conejo que se ha despistado demasiado. Al entrar al cerro, hay un trozo de olivos, pero ahí nada, un poco más adelante me he asomado a la linde de los campos y tampoco, a la izquierda ha tirado mi hermano, creo que un conejo. Me vuelvo hacia atrás y me dispongo a volver por en medio de los olivos, no se haya quedado alguna agazapada, subo una torrontera y cuando estoy bajando de mi espalda, a la izquierda se levantan cuatro o cinco perdices, en el viso tiro una, me giro a la derecha y tiro otra, esta no cae. Sin tiempo a nada de mis pies la Jara levanta un conejo que dejo correr entre los olivos y tumbo al entrar al monte bajo, la Jara lo cobra, vuelvo hacia atrás y veo la primera perdiz que había tirado, perfecto!!!!
    Giro hacia a la izquierda, buscando a mi hermano, lo veo bajando del cerro, quizás haya visto la que he tirado yo, sigo atento a la Jara. En el margen del campo hay un matón grande, lo paso y se arranca la perdiz, la dejo un poco y al suelo, ya tengo las tres del cupo.
Le digo a mi hermano que baje para buscar las otras, él ya ha visto una apeonando, pero cuando se está acercando arranca a volar. Entre los dos sale otra, le aviso y va tras ella, finalmente se hace con ella. Paramos junto a un bebedero donde se refrescan los perros y nosotros, el calor es sofocante. Decidimos dar por concluida la jornada y volvemos hacia el coche. Por un momento pierdo a la Jara de vista, cuando la veo está de muestra, aviso a mi hermano y tras colocarnos el conejo salta justo por el único sitio que no veo, suelto dos castañazos, pero se marcha a criar. Aún nos da tiempo de repasar por última vez el sucio y le sacamos un par de conejos más. La Cata ya le va pillando el truco y justo encima del coche saca dos conejos más pero está muy espeso y ni siquiera los podemos tirar, bueno para otra semana.
    Al final han sido once conejos, las seis perdices y una torcaz, muy buena cacería para como está el tiempo, ahora a esperar otra semana más.


jueves, 17 de octubre de 2013

Jueves 17 octubre

    Por fin es jueves!!!!!!!!!!, y llevo conmigo a la Jara, parece que está bastante mejor y creo que ella tampoco quería quedarse en casa. A las seis y cuarto en la gasolinera, hoy lleva el coche mi hermano. Café, un poco de charla con la gente y ya estamos preparando las cosas. Hoy vamos a empezar cazando donde terminamos el otro día, el sitio me gusta, hay trozos buenos para el conejo y siempre vemos alguna perdiz. Reviso el vendaje de la Jara y empezamos la faena.Nada más salir veo apeonar las perdices, aunque estas ya saben de que va el tema y  tardan poco en quitarse de en medio cruzando la carretera. Hacemos un trozo con olivos sucios, justo llegando al final, salta el conejo hacía atrás, lo dejo y lo paro con el primero, empiezo bien. Me encamino a un filo que va paralelo a la carretera y donde siempre sube alguno buscando las madrigueras que hay al pie de las chaparras. Nada más asomarme, es entrar la Jara al bancal de abajo y saltar el conejo arriba, otro a la mochila, aún tiro otro pero este se mete de cabeza en el agujero, sigo hasta el final donde me espera mi hermano. En el siguiente trozo, vuelan las perdices, pero sin saber el camino que toman. Entramos en otro trozo de monte bajo, la Jara va por debajo mía, no la veo, salta un conejo a mi bancal pero un poco largo, pruebo, pero éste se marcha. Al cruzar las vías nos separamos, sigo sin novedad hasta llegar al paso por donde cruza mi hermano, al llegar, en un campo perdido y con mucho matojo la Jara levanta otro conejo, lo tiro sin verlo pero me quedo con él, hoy estoy de suerte y no como el domingo.

Antes de llegar a la mancha más tupida la Jara levanta otro y lo corre para atrás junto con la Cata, pero la hierba está muy alta y mi hermano no lo puede tirar. Entramos en lo más cerrado, mi hermano por arriba y yo por abajo, nada más entrar tira y se queda con un conejo, tira otro largo pero este se marcha. Yo no veo pelo, pero al final del todo, la Jara cruza el camino y la pierdo tras un gran matorral, está de muestra seguro, me preparo, lo aprieta y el conejo va para atrás, le chilla, cruza y lo tiro, no sube pero la Jara tampoco lo trae, me acerco por si acaso, hay agujero, éste se ha escapado. En el margen de arriba se vuelven a quedar las dos de muestra y mi hermano me avisa, sale el conejo pero me da miedo tirarlo, no veo desde donde estoy ni a mi hermano ni a los perros ,mejor que se vaya. Aparece un cazador en la parte de arriba y cuando estoy llegando a su altura, mi hermano da una voz, cruza una perdiz entre los dos, cuando la tiro ya ha puesto tierra de por medio. Vamos dando ya la vuelta en dirección al coche y vemos apeonar un grupo de perdices, me abro hacia la izquierda, pero cuando me vuelvo a juntar con mi hermano me dice que han volado hacia la vaguada de delante nuestro, hacía allí que vamos. Nos separamos, cuando voy llegando a un margen de encinas, veo como de la izquierda, por donde baja mi hermano se levanta un grupo bueno de torcaces, me agacho por si acaso. Sin darme casi cuenta me pasa a mí un bando por encima, un poco altas, tiro y nada, al momento tira mi hermano y por detrás me entra una tocada por él, tiro justo antes de que entre en la encina. Se mete dentro, me acerco a mirar y se vuelve a levantar, le descerrajo el primero y al suelo. A partir de aquí y aproximadamente durante veinte minutos han ido yendo y viniendo torcaces, parecía la media veda. Mientras mi hermano buscaba una que al final creo que ha terminado perdiendo, he bajado un total de cinco y otra que se ha ido muy tocada. 
De las perdices ni rastro. Hemos dicho de bajar ya cada uno por un lado en dirección al coche. Me he acercado con cuidado a unos pinos que hay junto a una caseta derruida, vamos hay solamente tres pinos y para mi sorpresa han salido tres torcaces, me he quedado con dos. Un poco más abajo, se ha levantado otra de un árbol y a pesar de estar un poco retirada la he tumbado, sin saber de donde venía, me ha pasado otra por la derecha y ha llevado el mismo camino, pelotazo.
    Así llegamos al coche, son las once y la calor aprieta de lo lindo. Le reviso a la Jara el vendaje y le tengo que poner otro en la mano izquierda también porque me doy cuenta que se le está levantando la almohadilla, pobrecita, aunque no da síntomas de cojera ni dolor. 
    Mi hermano, dice de ir donde empezamos el primer día, no me hace mucha gracia, pero que más da, pienso. Llegamos y nada más salir me asomo desde un alto a un campo de cardos, están secos y muy tupidos, pero distingo el conejo que viene buscando su agujero, lo paro en seco, al momento otro que llevaba el mismo camino. Tira mi hermano a mi izquierda y se queda con otro. Bajan los perros y aún salta otro, encima a lo limpio, mala elección. Total cuatro conejos a cincuenta metros del coche, increíble, aprovechamos para limpiarlos y dejarlos guardados ya.
Seguimos hasta el cerrete donde maté el domingo la primera perdiz, bajar la Jara y subir el conejo es instantáneo, a la mochila. Tirar y volar la perdiz también, pero esta tiene suerte y va en dirección a unos que están cogiendo almendras. Sube otro conejo, con la misma suerte que la perdiz, vaya con los de las almendras!!!!. Sigo por arriba y la Jara por abajo, llego al pico y hay más gente limpiando los pies de los olivos, sube otro conejo y no lo puedo tirar, esto ya es cachondeo. Me avisan y les digo que ya los veo, será posible. Aún levanta otro conejo la Jara, corre la misma suerte, aunque este cuando se mete en la mata le suelto un cartuchazo, aunque sin resultados.
   Me junto con mi hermano, tiramos un par de conejos mas, pero se marchan a criar. Viene gente del otro cerro, así que decidimos dar media vuelta y volver al coche. Le digo a mi hermano que esté atento, que entro junto a un canal de cemento pequeño que hay, donde se suele quedar algún conejo. Aquí la Jara se ha marcado una muestra de esas de fumarse un cigarro, al final ha entrado y el conejo ha acabado en mi mochila, hoy estoy fino. Nos separamos, oigo tirar a mi hermano, sigo hasta el final de unos bancales y en el último pegote de monte se levanta la perdiz, vuela fuerte, pero igual de fuerte es el pelotazo que pega, menos mal, me creía que hoy no las olía. Un poco más adelante saltan otras dos, una hacia adelante que supongo tira mi hermano porque escucho el tiro y otra hacía atrás, ninguna para tirarla yo.
    Salto al camino, a unos cien metros del coche, veo que mi hermano viene por mi derecha, me hace una seña para que me asome a los bancales de debajo, no sé si es que ha visto meterse allí la perdiz o algún conejo. Bajo al segundo bancal y la Jara tal como va andando se me queda de muestra, miro hacía mi hermano pero va andando en dirección contraria, supongo que buscando la perdiz. Aguanta la Jara, está medio asfixiada, pero ahí está, que buena es. Termina saliendo el conejo hacia arriba, acierto con el primero, pero empieza a dar votes y decido doblar, no vaya a ser que se meta en algún agujero hasta que lo coja la Jara. Mi hermano ya viene, así que sigo y de repente, al mismo tiempo la Jara y yo vemos apeonar la perdiz entre los olivos, menos mal que se aguanta y no sale corriendo detrás, le hago señas a mi hermano. Llegamos a un claro al final de los olivos y parece que se ha esfumado. Veo venir tres cazadores de frente a nosotros de la otra banda del cerro, nos giramos con intención de ir al coche y salta la perdiz. Apunto y escucho a mi hermano gritarme "déjala!!!!", pienso que no quiere que le tire porque está la granja al fondo, pero me digo "si está lejos y no hay nadie", bueno ya sé que esto parece muy largo y la perdiz ya estaría en Barcelona, pero vamos ha sido un segundo, tiro y al suelo. Mi hermano me mira y me dice "gracias por dejármela", total que me gritaba pero para que yo no le tirara, se ha cabreado y a pesar de que la perdiz la ha cobrado la Cata ni se la ha cogido. Al llegar al coche le he explicado lo que ha pasado y a pesar de no quedarse muy convencido, creo que se le ha pasado el mosqueo inicial jejeje.
    Bueno ha sido un poco raro porque viendo la percha parece que hay mucho bicho suelto, pero han sido cosas puntuales, en fin a la una ya estábamos de camino. Esperemos que entre un poco el fresco sino lo llevamos claro. La Jara ahora tiene siete días para recuperarse, supongo que será suficiente, ojalá, que haría yo sin ella.
Bueno una foto de la percha del día y la de mi guerrera con las patas vendadas, durmiendo a mis pies de vuelta a casa, se merece un buen descanso!!!!!!!.


miércoles, 16 de octubre de 2013

Jabalí

    Ayer fui por primera vez de espera esta temporada, vamos de la general. porque por suerte esperas estoy haciendo casi todo el año, me encantan. El preparar el puesto, ir a mirar, si entran o si no, buscar rastros, me apasiona. Pero si algo me atrae es poder cazar de noche, la tranquilidad que se respira, cuando se oye el monte y se acelera el corazón, ya vienen, esa sensación de tener un animal tan esquivo a tan pocos metros es indescriptible. Los puestos los preparo como si fuera a cazar con el arco, entre diez y quince metros, a veces menos, supongo que es la gracia, tenerlos tan cerca y que no se den cuenta.
    La cosa es que voy al mediodía a vigilar y había pasado la noche anterior, por las marcas no es un animal muy grande y posiblemente venga sólo porque sólo distingo unas huellas, así que a pesar de estar el aire un poco revuelto decido volver por la tarde con los trastos. Después de mirar a que hora se ponía el sol, marcho de casa sobre las seis y media más o menos, para que me dé tiempo a montar el treestand, ya que me voy a poner en un pino. Llego y tras comprobar que el aire va girando pero parece que no me perjudicará viendo la entrada que tiene el animal, lo preparo todo. Sobre las siete ya estoy arriba y listo para empezar la espera. Aún pasa a última hora algún ciclista por el camino que va paralelo al  puesto, pero eso no me preocupa, la noche estaba ya llegando.
    La luna no tarda en alumbrarlo todo, está casi llena, pero como los pinos están muy juntos, la claridad se entrecorta. Precisamente la zona de tiro queda en una zona de sombra, pero no compruebo si veo o no por el visor, no quiero moverme ya que espero que no tarde mucho en aparecer y a veces son ellos los que te cazan a ti. Sobre las ocho y media, sin previo aviso, escucho romper monte a mi derecha, en un momento lo veo cruzar entre los claros que da la luna, no duda, entra confiado, viene solo, levanto el rifle y lo encaro, está de culo, entregirado. Decido dar un momento la luz a ver si me enseña la cabeza, se cuartea un poco pero nada más, así que no me aguanto más. Apunto justo por delante de la paletilla a sabiendas que en esa posición tan cruzada el tiro se quedará un poco por detrás, quito el seguro lentamente y aprieto el gatillo, la detonación rompe el silencio en el bosque y el animal está ya muerto en el suelo, el disparo ha sido fulminante.
    Ahora toca desmontar todo, antes compruebo que se trata de un macho joven de un pelaje dorado muy bonito, está bien rollizo, se nota que es año de bellota. Aviso a Iñaki y tras cargarlo en el coche me dirijo a su casa, todavía queda un rato de trabajo, forma parte de la caza en sí.

    

martes, 15 de octubre de 2013

Inicio de temporada

    He dormido bastante mal, me he despertado un montón de veces, los nervios. He quedado con mi hermano y el Isma a las seis en la gasolinera, pero a las seis menos cuarto ya estaba allí. Charla en el coche, saludos en el bar a los conocidos y ya estamos en el campo, todavía de noche, preparamos las cosas y ya estamos listos para salir.

    No sé quien está más nervioso si la Jara o yo. Empezamos y hago la primera asomada, en un momento he tirado tres conejos, largos. Uno está en en el sitio, de los otros dos he revolcado uno, pero la Jara no lo trae, seguramente haya podido colarse en el agujero. Me junto con mi hermano y se levanta otro, no lo podemos tirar, se mete en la boca. Vamos de frente a un cerrillo, mi hermano por la izquierda y yo por la derecha. Entra la Jara por debajo, ya sabe cual es su trabajo, sube un conejo y me quedo con él, oigo un tiro de mi hermano, no me paro, sigo a la Jara desde arriba, vuela una perdiz hacia arriba, la tiro cuando entraba por detrás de un olivo y me quedo con ella, casi no ha tocado el suelo y ya la tiene la Jara. Vuelve abajo y se queda de muestra, aviso a mi hermano, pero el conejo es más rápido y salta sin darme tiempo a tirarlo. Vuelvo hacia atrás y recojo el conejo que tiré al entrar. El tiro de mi hermano ha sido a una perdiz y se ha quedado con ella. Sin darnos casi tiempo la Jara está de muestra al pie de un olivo, salta el conejo, lo dejo, le pego el primero, me quedo corto y el segundo cuando ya trasponía pega en el suelo, vaya paquete. No hago ni cuarenta metros y vuelve a quedarse de muestra, aviso a mi hermano, la Jara aguanta y cuando llega la Cata, entra, salta el conejo, le pego el primero, creo que me he quedado con él, pero cuando quiero darme cuenta sigue con la carrera hacia el monte, no me lo puedo creer. Mi hermano y el Isma empiezan con las bromas jejeje. Sin descanso, cruzo el camino y junto a la acequia de cemento ya está otra vez la Jara de muestra, que máquina, es una maravilla. Nos preparamos, salta hacia las bocas pero no llega, este le contará a mi hermano, hemos tirado los dos, tal como estoy hoy le habrá dado él, como siempre que tiramos los dos jijiji.
    Se escuchan tiros por todos lados, la verdad que el primer día me gusta venir porque llevo un montón esperando, pero es a partir del segundo cuando empezamos a cazar a gusto y realmente vemos la caza que hay. Nos estamos volviendo a juntar cuando levanta otro conejo la Jara, casi cuando traspone le tiro, no sé si lo he tocado, pero al subir la Jara y la Cata, ya están con él, menos mal. Levantamos un grupo de perdices y las vemos como se dejan caer en el pico de un cerro, entramos cada uno por un lado y como si se las hubiera tragado la tierra, ni rastro. Sigo hasta el siguiente cerro, las veo apeonar por un campo labrado, aprietan y terminan volando hacia el otro lado de la carretera, esas ya para otro día. Al entrar al bajo del cerro, me aparece un cazador por encima, la Jara se queda de muestra y aviso al tío por si el el conejo sube. Salta y le pego dos tiros entre las matas, y como hoy no es mi día se va a criar, el de arriba le sacude dos tiros con la paralela que lleva y también se le va, por lo menos eso me alivia jejeje. Seguimos haciendo esa cara del monte, con lo que ha llovido la hierba seca te llega por encima de las rodillas en algunos sitios. La Jara empieza a tocar y antes de quedarse de muestra salta el conejo, tiro a ojo de buen cubero, entre la hierba, luego tira mi hermano desde arriba, lo que me indica que no lo he tocado, al final ni uno ni otro.
    Llegando al coche el Isma ve las perdices y deciden entrarle, yo voy recortando con la Jara por debajo. Al subir veo un montón de torcaces levantarse de los almendros, me entra una y la descuelgo, oigo que mi hermano tira también. Cobrada la paloma sigo en dirección a donde entré a primera hora. Pasa otra paloma y pega un buen pelotazo en el suelo, ya van dos. Cuando estoy apunto de asomarme a los conejos, mi hermano tira por detrás, pienso en las perdices, la Jara mira hacia atrás y veo dos planeando entre los olivos, pruebo pero no las toco, iban retiradas. Nos volvemos a ver en el coche, la Cata ha levantado un conejo justo al lado del coche y mi hermano con la escopeta encima del remolque, mala suerte.
    Decidimos seguir hacia adelante después de descargar la caza en el coche, no vemos prácticamente nada, hasta que de vuelta vemos alguna perdiz, mi hermano consigue bajar una. Yo veo como una entra en un margen y pruebo, cuando me quiero dar cuenta me la he pasado y se levanta, casi no me da tiempo a tirarla, veo claramente como la alicorto, pero no la veo tocar el suelo, el terreno me la tapa. Tras buscarla con los perros la doy por perdida. Son cerca de las once y el calor es tremendo para esta época, y eso que amaneció frío el día, los perros van ya tocados y no buscan mucho, la verdad.
    Cambiamos de sitio, al llegar vemos un par de perdices revoladas, hoy con tanta gente, terminan locas. Voy viendo algún conejillo de lejos, pruebo pero sin suerte. Pasada la vía, se levanta otra perdiz que se había quedado aplastada entre mi hermano y yo, decidimos de ir a buscarla, aunque antes me pasan unas zuritas y bajo tres. No conseguimos volver a levantarla, volvemos a cruzar la vía. En el campo por encima de los primeros olivos sale una y traspone por encima del cerro, decido ir a mirar. Tras subir y casi sin aliento, me asomo, se levanta como un rayo pero a buena distancia, ya la tiene la Jara, ya van dos. En las siguientes chaparras tiro un conejo y una torcaz, como no podía ser de otra manera hoy, sólo me quedo con la torcaz.
    Mi hermano tampoco hace nada más, tira un conejo de muestra de la Cata, esta perra promete y mucho, pero a pesar de salir corriendo tiene la mixomatosis, toca una torcaz, pero acaba cruzando la autovía y no la podemos cobrar. Llegando al puente ve una perdiz y consigue sorprenderla al asomarse la tira y se queda con ella, se la cojo yo porque ha quedado alicortada, suerte que no le ha dado por correr. Tira otro conejo enfermo. La Jara empieza a quedarse atrás, no quiero forzarla, me da miedo que le pueda dar un golpe de calor, pero hay que llegar al coche, son las dos menos veinte. Vemos otra perdiz y como mi hermano lleva el cupo, decido entrarle, cuando estoy llegando, la Cata levanta una torcaz tocada de otro cazador a mi espalda, mi hermano la tira pero no se queda con ella, la perdiz no se levanta, al momento sale un conejo del filo del camino uy casi me tengo que quitar para tirarlo, y como no lo fallo en el primero y no puedo repetirle porque hay gente delante, vaya  vaya. Entro con la Jara a los almendro que hay justo por delante del coche, para llevarla al bebedero que hay allí. Justo de al lado salta un conejo y aunque parezca raro lo meto en el morral, ya era hora. Llegamos justo a las dos al coche y damos por terminado el primer día de esta temporada.
    La caza ha estado bien y a pesar del calor hemos hecho una buena percha, aunque me voy con una espinita clavada por esos conejos que le he fallado a mi perrilla.
    De regreso, cachondeo por mis fallos y muchos deseos para esta temporada. Al llegar a casa, mi amorcete, Tania, me ha recibido con un pica pica y una fideuá que me he comido como un león, así da gusto!!!!!!
 
    Lo peor de todo ha sido que durante la comida nos hemos dado cuenta que la Jara cojeaba un montón y al mirarla hemos visto que tenía la almohadilla de la mano derecha toda levantada, la estamos curando tres veces al día pero no sé si estará lista para este jueves, no sé que voy a hacer sin ella.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Esperando!!!

    Bueno ya falta poco, el dia 13 comienza la veda general, por fin !!!. La espera desde que acabamos en febrero ha sido larga, aunque como siempre he estado entretenido con las esperas al jabalí 

algún día de pesca submarina
y un día de la media veda
    Así que no me puedo quejar, jijiji. Ya sólo queda quitarle el aceite a la escopeta, preparar cartuchos y que el día acompañe. aunque ya he mirado la previsión y no dan mal tiempo. Mi perrilla, la Jara, está mas nerviosa de lo habitual, ya lo presiente. El otro día la llevé a la zona de adiestramiento y levantó un montón de conejos, pinta bien. Las perdices ya veremos, el año pasado fue bastante flojo, pero la primavera ha sido buena, así que seremos positivos. Este año empezaremos sin el Duc, el perro de mi hermano, el maldito mosquito se lo llevó hace un par de semanas. Justo antes de que pasara y viendo lo que se venía encima, le regalé una bretona de tres años, no se podía quedar sin compañero, menuda faena. El otro día la llevó a las codornices y le soltó un par de conejos y vino muy contento, a ver como se porta, se llama Cata.
    En fin, mañana para acortar la espera me lo he arreglado para ir a buscar setas, espero que no sea un viaje en balde.
    El Duc y la Jara después de un buen día. Espero que estés corriendo los conejos en algún sitio amigo.