Ya estamos de vuelta, hoy dan buen tiempo, soleado pero más fresco, ya está bien de tanta calor.Salimos de tomar el café y decidimos ir donde acabamos la semana pasada, donde se nos metieron las perdices en el otro coto. Preparamos las cosas y en marcha. En las primeras chaparras mi hermano descuelga una torcaz, yo veo un conejo pero bastante retirado. Me asomo con cuidado casi al final de cerro y veo subir un conejo a las bocas, detrás viene otro y le sacudo, se queda con medio cuerpo dentro y medio fuera, pero está frito. Aparece mi hermano en la punta, lo veo apuntando, es una perdiz apeonando, al momento se levanta otra y la tira, no la toca, demasiado lejos. Termino de hacer los matones que hay hasta llegar al camino y cuando menos me lo esperaba saltan tres perdices, tiro una que planea hasta el final de los olivos, corro y los perros conmigo, la veo a mi izquierda y la Cata también la ve, la cobra sin problemas y como es normal se la lleva a mi hermano. Pues no empezamos mal. Vamos buscando el resto de perdices pero no damos con ellas y eso que hasta las escucho llamarse, se las ha tragado la tierra. Voy viendo algún conejo pero retirado. Le digo a mi hermano de ir hasta el sucio de los conejos junto a la carretera y volver hacia el coche, con el sol en la espalda, a pesar de no estar muy de acuerdo, nos encaminamos hacia allí. Por el camino vemos otros dos cazadores que parecen ir en la misma dirección, así que apretamos el paso. Cuando estoy casi en la parte de arriba del sucio, se levanta un bandito de perdices, les suelto un tiro sin mucha esperanza, demasiado retiradas. Me meto en el sucio, pendiente de la Jara pero no veo nada. Mi hermano aparece un poco por encima mio. Cuando estamos apunto de salir del sucio, mi hermano me avisa de las perdices, dos, han volado hacia atrás, me bajo más. No sé donde estoy mirando, pero cuando me doy cuenta, otra, que no se muy bien de donde ha salido, coge la misma dirección. Empezamos a retroceder, mi hermano por el sucio y yo por unos olivos. Cuando estoy apunto de salir, veo una apeonando por el barbecho en dirección a unos olivos recién plantados. más retrasada veo otra, intento cortarla, pero al saltar de bancal la pierdo, no la veo. Creo que no ha volado pero el campo está pelado como la palma de la mano, me voy acercando con cuidado con la Jara a mis pies, de repente se levanta de los terrones y no es una sino dos, echan a volar, con el primero cae una seca, la segunda le suelto los otros dos y la cobra la Jara dando botes, increíble.

Sigo con mi hermano en paralelo a ver si vemos la que falta, pero se levanta lejos y pone tierra de por medio. Mi hermano decide de ir por la izquierda de la carretera y yo por la derecha, él buscando las perdices y yo algún conejo en los cerros. Lo escucho tirar tres veces, yo no veo ni pata, ni de cerca ni de lejos, esto está desierto. Llegando al coche me encuentro con una mujer que lleva una furgoneta cargada de perros, me dice que está buscando uno que se le perdió hace siete meses, me parece que está un poco loca, bueno me despido de ella y cuando llego al coche, ya está mi hermano allí. Dice que las ha ido viendo pero que no ha tenido suerte y no ha tirado ninguna en condiciones, en fin. Le digo de volver esta tarde que seguro que se juntan y las puede levantar en algún sitio, además aquí se ve algún conejo, así que también es buen sitio para mí.
Nos vamos con intención de aparcar junto a la carretera y hacer el sucio de los conejos antes de comer, además que allí vimos las perdices la otra semana. En vez de ir al sucio directamente, vamos haciendo las caras que lindan con el otro coto, pero lo que es la caza, hoy ni vemos perdices ni conejos. Justo antes de entrar en el sucio, cambio los cartuchos y pongo dispersante, meto a la Jara por el bancal de debajo mío, mi hermano y la Cata están todavía más abajo. Voy entrando, veo uno que sube , lo espero y cuando aparece me quedo con él, pensaba que era un tiro un poco largo para el dispersante, pero se ha quedado frito. En el final, hago que la Jara baje y vuelvo sobre mis pasos, veo un conejo saltar al siguiente bancal, aviso a mi hermano, le digo a la Jara que baje más, pero vuelve a subir, la mando otra vez y esta vez se mete en el sitio correcto, veo el conejo saltar, lo espero y cuando cruza a mi altura le sacudo, a la mochila, buena jugada. Llegamos al coche y comemos, es pronto, las doce y poco, vamos bien de tiempo. Vamos a ir a la granja, a dar una mano, con suerte estará aquello tranquilo y podemos hacer algo más, lo malo es que se ha levantado un aire bastante molesto.
Aparcamos, hay tres coches pero no parecen de cazadores. Hago mi asomada de siempre y hoy si cobro un conejo, con el primero lo he tocado de atrás y para segurar le he soltado el segundo. En el primer cerro no sacamos nada. Cruzamos y meto a la Jara en el pico, entre los matojos la veo de muestra, me preparo y el conejo salta, le suelto el primero y nada, cuando cruzaba ya el segundo bancal me quedo con él. Me junto con mi hermano, cruzamos el camino. Meto a la Jara por el bancal de abajo, lindando con lo arado, voy andando y no la veo subir, me pego al filo y empiezo a retroceder, me la encuentro de muestra en un matón, aguanta un poco más y entra, salta el conejo primero abajo, no lo veo, luego sube y le tiro entre los olivos, creo que lo he tocado con el primero, pero ni rastro, al entrar en el sucio son todo agujeros. Vuelvo al meter a la Jara abajo, va también la Cata, sacan otro, lo tiro y se me va, me cago en todo, será posible. Me junto con mi hermano, hacemos otro cerro y nada. Entramos en otros bancales, ya está la Jara de muestra, aviso a mi hermano, pero sale el conejo y lo veo claro, lo paro con el primero. Le digo de hacer bien ese trozo, bajo al siguiente y casi sin darme tiempo, la perra otra vez, nos preparamos, sale, le suelto el primero, pero a pesar de tocarlo no se queda, lo tira mi hermano arriba pero se le va. Cruzamos a la otra banda y ya está liada, la Jara clavada, la Cata detrás. Corre el conejo y cuando cruza la acequia de cemento le pego, da un salto de un metro y la Cata casi lo coge en el aire, pero se marcha corriendo y consigue llegar a las bocas, no me lo puedo creer. Estoy cagándome en todo cuando veo la Jara de muestra, sale por el otro lado del matón el conejo, va cojo, seguro que es el de antes, no me lo pienso mucho y lo frío. Continuamos hasta el final, donde me sale una perdiz a huevo, será posible, seguro que si no llevara el cupo ni las veía, se lo digo a mi hermano y cruzamos a buscarla. Entra él por la izquierda y yo por la derecha, se me levantan otras tres perdices buenísimas, tira mi hermano, pero no a ellas, sino un conejo, que veo meterse en la mochila. Seguimos haciendo esa cara, y de repente la Cata está de muestra, me avisa mi hermano. Parece que tiene la cabeza en una madriguera, me acerco y veo que es un agujero corto, con entrada y salida, le digo a mi hermano que está atento, dejo la escopeta, me agacho y meto la mano, nada, miro y al trasluz veo el conejo, cuando voy a decírselo, sale corriendo al campo de arriba y se lo queda mi hermano, lo cobra la Jara, buen trabajo de la Cata. Seguimos haciendo la cara del cerro en dirección al coche, tenemos intención de volver a donde esta mañana, como habíamos pensado. Aquí la hierba está seca pero muy alta y es difícil verlos si se levantan. Vamos en paralelo, la Jara se queda de muestra, mi hermano se para arriba y yo me arrimo con cuidado, salta el conejo a la izquierda, tiro entre la hierba, cuando me doy cuenta el conejo pasa hacia la derecha por debajo de mi hermano, lo veo un momento y le tiro, al momento grita la Cata y sale de la hierba, mierda!!!!!, la he plomeado. Baja en dirección a mí, no me lo puedo creer, la veo andar como raro, no sé si le he pegado mucho, mi hermano no dice ni mú, me agacho y veo que sangra de la mano derecha, otro plomo en la misma pata un poco más arriba y le veo otro en la otra, luego le hemos visto otro en el sobaco, por la mano sangra bastante, mierda, mierda!!!!!. Le miro la cara, los ojos, la barriga, no parece tener nada más, me preocupa el del sobaco, pero no sangra por la boca, ni parece estar muy mal. Mi hermano la coge y la baja al camino, yo recojo el conejo y me marcho rápidamente a por el coche. La cargamos y vamos al veterinario del pueblo pero hasta las cinco no abre, así que decidimos de irnos y así mi hermano la lleva al de al lado de su casa, he jodido la tarde, será posible. Y no será porque no llevamos cuidado, pero lo que menos imaginaba es que iba a estar la perra entre la hierba en linea con el conejo, ya es mala suerte.
Bueno parece que todo quedará en un susto, evoluciona bien y aunque cojea un poco, espero que el jueves se venga con nosotros, ya me siento bastante culpable. Y mira que íbamos bien con la cacería y hacía una tarde cojonuda, en fin, menudo susto. Como es normal hoy no hay foto. La percha ha sido de once conejos, tres perdices y una torcaz.